Registros de guazuncho y gato montés, entre la tala y el rifle

Dos mamíferos nativos distintos en ámbitos parecidos, uno perseguido por venganza debido a su avidez por las gallinas, otro en la mira por su carne.

Los investigadores Norberto Muzzachiodi y Julián Alberto Sabattini, de la Universidad Nacional del Litoral y la Universidad Nacional de Entre Ríos, publicaron un estudio con registros de la presencia del gato montés en el territorio entrerriano para demostrar que familias de este felino autóctono viven en casi todo el territorio, pero sufren diversas amenazas. Sus ataques a los gallineros ponen al gato montés en la mira.

En otro aporte, los mismos investigadores junto a Rafael Sabattini enumeraron los sitios de avistaje de guazunchos, con descripciones anatómicas y costumbres de esta corzuela, y apuntaron la pérdida de hábitat para sus manadas en las últimas décadas. Su codiciada carne también pone en la mira a esta especie autóctona.

“En la provincia de Entre Ríos, el gato montés (Leopardus geoffroyi) es el felino silvestre más común con una amplia distribución en la mayoría de los departamentos. Tiene mala reputación en los pobladores rurales debido al daño que suele ocasionar en los gallineros. Estuvo sometido a una importante persecución por el comercio de sus pieles hasta la década de los ’80, provocando su casi extinción local, pero en la actualidad está protegido por la Ley de Caza 4841 y prohibida su caza por Resolución 237/79”, se lee en el primer documento.

Los investigadores apuntan que el gato montés abunda en varias geografías del país, pero está sometido a altos niveles de mortalidad, “fundamentalmente por cacería en represalia a sus incursiones sobre las aves de corral y por atropellamiento en rutas”.

Como un punto a favor, la especie se encuentra protegida en 34 áreas nacionales del país. En Entre Ríos, la cuidan el parque nacional El Palmar entre Concordia y Colón, y el parque nacional Predelta cerca de Diamante. También lo hacen las reservas públicas y privadas de distintas categorías de conservación.

 

Dónde anda el gato

 

El estudio presenta setenta y seis registros directos e indirectos de gato montés en el territorio provincial. Los investigadores afirman que es posible confirmar la presencia de la especie prácticamente en todos los departamentos de la provincia de Entre Ríos, excepto Feliciano, Nogoyá y Villaguay. La distribución de los datos en un mapa “muestra una alta concentración de registros en zonas inundables y otras emergentes, bosque nativo fragmentado y pastizal y tierras cultivables. En cambio, en el centro-norte de Entre Ríos existe una ausencia de registros notable”, indican. Eso les permite atender las hipótesis de otros investigadores que adjudican la falta de observaciones de individuos atropellados a la distancia de los cursos de agua. Es decir, no es que falte el gato sino que faltan avistajes denunciados, probablemente. Para Muzzachiodi y Sabattini, los arroyos son corredores de alto valor ecológico en esta especie.

Los autores admiten que existe un vacío de información en el Espinal entrerriano, y aseguran que mucha gente tiene aprensión contra el gato montés. Suelen matar ejemplares sin culpa porque los consideran una plaga. Y parece que los medios masivos colaboran con la mala fama del gato.

Los estudiosos presentan cuadros con registros de la presencia de ejemplares en los últimos 30 años, y mencionan, por ejemplo: Salto Grande (Federación); Parque Nacional El Palmar, Federal; Parque Berduc (Paraná), Diamante, Gualeguay; Arroyo Ayuí Grande (Concordia), Parque Pre Delta, Ibicuy, Victoria; Arroyo Sagastume, Ceibas, Perdices (Gualeguaychú), Tala; Líbaros (Uruguay), Crespo, Isletas, Oro verde y otro medio centenar de localizaciones.

Sugieren monitoreo

El segundo estudio se refiere al Guazuncho o viracho, también conocido como corzuela parda. Su nombre científico, Mazama gouazoubira. Un mamífero nativo característico de Entre Ríos. Los estudiosos afirman que es escasa la información actualizada sobre su distribución, la historia natural y el estado de conservación. Por eso se propusieron esta revisión que describe ecológicamente a la especie, y analiza los registros históricos y actuales de su presencia. Y evaluaron el potencial de conservación de los ambientes presentes en la provincia teniendo en cuenta la presencia de áreas naturales protegidas públicas y privadas.

“Los resultados indican que el guazuncho tiene una amplia distribución territorial asociada a los ambientes de bosques con distintos grados de alteración”, apuntan, y sugieren mantener la categorización del año 2019, como especie de Preocupación Menor. Aunque señalan que es necesario monitorear su caza y la pérdida de hábitat para evitar que en el corto tiempo pueda caer a una categoría de amenaza.

La publicación registra ejemplares de guazuncho en Raíces, Villa Domínguez y Mojones (departamento Villaguay), La Picada, Viale, Villa Urquiza y María Grande (departamento Paraná), Basavilbaso y Rocamora (departamento Uruguay), El Palmar (Colón), Ayuí y Puerto Yeruá (Concordia), El Ombú, Quebracho y San Gustavo (La Paz), Sauce de Luna (Federal), Atencio (Feliciano), La Jaula (diamante), Victoria, y otros sitios.

 

Fragmentación

 

Para los estudiosos de la UNL y la UNER, la intensidad del uso del hábitat por los guazunchos en Entre Ríos “se encuentra afectada por la degradación de los distintos ambientes, el avance de la frontera agropecuaria y la presión de caza. La fragmentación del paisaje en las últimas tres décadas en la provincia ha provocado la pérdida de miles de hectáreas de hábitat propicio para la especie. Esta situación ha generado motivos para establecer cómo la especie se distribuye en la actualidad”. De ahí la necesidad de corredores que interconecten los bosques.

También apuntan con otros estudiosos que en nuestra provincia el Axis axis (ciervo moteado) podría estar desplazando a la corzuela parda (guazuncho) por competencia de hábitat, y restringiendo su distribución. “Sin embargo, esto ha sido refutado fervientemente por cazadores y administradores de reservas privadas”, sostienen los investigadores. Y es que los vecinos afirman que el guazuncho está presente en forma habitual en el centro norte entrerriano en manadas mixtas con Axis axis.

Las investigaciones fueron realizadas desde la facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER. Los estudios fueron publicados con extensas bibliografías, cuadros y mapas, por la fundación Azara de historia natural y la Universidad Maimónides.

Monumento Natural

El guazuncho fue declarado Monumento Natural en todo el territorio provincial, a través de la Resolución 679/18 de la Dirección de Minería, Medio Ambiente y Recursos Naturales, dependiente de la Secretaría de Producción.

Se sumó así a la lista de especies ya declaradas con máxima protección en Entre Ríos. Entre ellas, el cardenal amarillo, el tordo amarillo, el cardenal azul, el federal, el ciervo de los pantanos y el aguará guazú.

 

Daniel Tirso Fiorotto. UNO. Domingo 30 de Octubre de 2022

 

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