Bella gira por el país profundo en el piano de Silvia Teijeira



Daniel Tirso Fiorotto

 


La artista entrerriana grabó temas propios y de otros compositores de la provincia, e incluyó clásicos como un chamamé con la voz de Teresa Parodi. La obra titulada “Libre” incursiona en diversos ritmos folklóricos de la Argentina con arreglos para piano.

 

Milonga, huella, vidala, chamamé, en un disco tan redondo como la vida artística de Silvia Teijeira. Zamba, gato… la diversidad de ritmos y compositores no es casual: rasguido doble, malambo, guarania, aire de cueca, tanguito montielero, canción, completan los trece temas de “Libre”.

¿Los autores? Se trata de obras de Silvia Teijeira y de otros queridos músicos del pago, de Victoria a Chajarí, de Seguí a Paraná; además de Teresa Parodi, y José Larralde, y Remo Pignoni… La personalidad de la intérprete en las cuerdas eslabona un repertorio amplio que responde, claro, al título.

“Es el producto de diez años de trabajo y tenía muchos más temas, de otros músicos entrerrianos, así como propios. Todo no podía poner, porque sería eterno el disco y
no daba para grabar un disco doble”, nos comenta como disculpándose la artista entrerriana con cuna en Federal.

Uno advierte que no descuida detalle en las grabaciones, y ella aclara: “para mí el escenario es sagrado; me preparo musical e interiormente para brindar lo mejor de mí a quienes van a escuchar, a quienes me contratan y a quienes, aunque no visibles, forman parte de ese recital desde diferentes roles… Es hermoso tocar para la gente. Llevar la música, entregarla, brindarla como quien ceba un mate, hace una torta, da una caricia, transmite vitalidad hecha alegría o reflexión, transmite esperanza”.

Clima cálido

 

Quienes han gozado el privilegio de poner orejas al piano de la cordobesa Hilda Herrera, el santafesino Ariel Ramírez, el santiagueño bonaerense Adolfo Ábalos, el salteño Gustavo “Cuchi” Leguizamón, el entrerriano Guillermo Zarba, de gustos variopintos, no pueden sino admirar la continuidad de esa escuela remozada en Carlos Aguirre, José Bulos, Alfredo Ibarrola, Silvia Teijeira, por nombrar algunos contemporáneos que conocemos. (Siempre es injusto enumerar).

Con estos músicos sucede algo similar a lo que pasa con el jardín de jóvenes guitarristas entrerrianos/as, talentos notables, con formación académica e inconfundible raíz en las melodías populares del litoral.

Los artistas nombrados tienen como rasgo evidente el abordaje de los más variados ritmos, y Silvia Teijeira honra ese ancho camino. Pianista consagrada, la entrerriana goza la música en vivo y es capaz de crear un clima tan cálido y agradecido que da un plus a su exquisita interpretación.

Eso basta: pianista. Con sólida formación al lado de músicos renombrados del país y el mundo. Pero además es compositora, ha realizado arreglos de obras de afamados pares del país, y como si fuera poco es docente y muy aplicada a la difusión de la música de raíz folklórica, con sus libros de partituras, por caso, con los videos grabados por el cineasta entrerriano Mauro Bedendo, o con los encuentros de “La Biblioteca en letra y música” que organizó durante varias fechas en la Biblioteca Provincial de la Alameda de la Federación, en Paraná, donde tanto ella como los invitados trabajaron ad  honorem.

 

Cuarto disco

“Libre” es el cuarto disco solista de Silvia Teijeira. “Rulos de zamba” apareció en 2005. “Latiendo”, en 2009. “Bien florido puro litoral”, en 2013/ 14. Una década después, la artista seleccionó estos trece temas para una nueva entrega. Y es puntillosa. Tres clásicos: “El por qué”, una milonga fogonera de José Larralde, en piano solo (“Porque tengo razón que no tengo razón que me falta un ojal que me sobra un botón”); “Alma guaraní”, un chamamé con música de Damasio Esquivel y letra de Osvaldo Sosa Cordero, también en piano solo (“Alma guaraní, quietud de los naranjales; alma guaraní, lamento de los yerbales”); y “A la abuela Emilia”, otro chamamé con letra y música de Teresa Parodi, en el que “tuve el honor -nos dice Silvia Teijeira- de que Teresa Parodi aceptara cantarlo con mi acompañamiento en piano”. Este chamamé triste le da un toque entrañable de nostalgia al conjunto, con la voz madura cargada de afecto y el fraseo auténtico de la talentosa autora correntina.

Hay cinco obras de músicos entrerrianos: “Huella errante”, una huella de Gustavo Surt, de Chajarí (guitarrista y periodista); “Un pueblo de paso”, del seguiense Carlos “Negro” Aguirre; “Ojos carnaval”, un aire de zamba del paranaense Gustavo “Koky” Satler; “Victoria”, un rasguido doble del victoriense Darío “Tati” Grandolio y “El acordeón de la abuela”, un tanguito montielero de la entrerriana nacida en Campana Marcia Müller.

Hay dos de compositores clásicos santafesinos: “Tientos cruzados”, un malambo de Remo Pignoni y “Estudio n° 6, Vidala”, de Ariel Ramírez.

La obra se completa con tres temas propios: “Libre”, que da el nombre al disco; “En la cúpula”, y “Saltó el gato”. De los graves a los agudos, el teclado completo al servicio de este gato que da gusto escuchar y ganas de bailar, una perlita para felicidad de los clásicos pianistas que nos dejaron un legado admirable.

La elección de diferentes ritmos va en el gusto, y tiene además una explicación. “La vida es compleja, las personas lo somos -reflexiona la artista-, nuestra sociedad es tan rica como heterogénea y sufrida… Pueblos originarios, afrodescendientes, europeos, asiáticos; nuestra historia, nuestra cotidianeidad, todo eso está en nuestra música. Así como está en la comida, en la danza, en nuestra forma de hablar… De igual modo el paisaje, que conforma hasta nuestras tonadas. No solamente en las provincias. Por ejemplo: en Entre Ríos es fácil reconocer de qué ciudad o departamento somos, porque hablamos de modos que denotan nuestra procedencia, por más que afuera nos identifican por una tonada en general, como nos pasa a nosotros con los demás”.


Mamá en el recuerdo

Largo sería narrar las giras de Silvia Teijeira por distintas ciudades del país, como solista o en distintas agrupaciones, incluso en una movida titulada “Pianistas federales”, y antes con el cuarteto “Entrerrianas” que integró con Araceli Tano, Celia Taffarel y Miriam Gutiérrez, por ejemplo; por ahí compartiendo actividades con el Movimiento de Costa a Costa, o a dúo con el pianista José Bulos en el ciclo “Entremanos”.

Esta obra nueva encuentra a Silvia Teijeira en un momento especial. “Cuando comencé a grabar mi mamá estaba muy ancianita y en abril de 2024 falleció, lo cual significa para mí un cimbronazo muy grande, porque, aunque gracias a Dios vivió mucho y con mis hermanos la cuidamos y acompañamos mucho, amorosamente… es un vínculo medular en la existencia de una persona y además, yo estaba acostumbrada a que siempre ella estaba atenta a mis grabaciones y actuaciones… Al disco lo dediqué a mis padres y mis hermanos”, comenta.

Le preguntamos a Silvia Teijeira por los arreglos en los temas. “Yo realicé los arreglos de “El por qué”, “A la abuela Emilia”, “Alma Guaraní”, “La Huella errante”, “Ojos carnaval” y de mis tres temas. “Un pueblo de paso”, de Carlos Aguirre, el “Estudio 6” de Ariel Ramírez, “Tientos cruzados”, de Remo Pignoni y “Victoria”, el rasguido doble de Darío Grandolio, fueron versionados por los autores, en su totalidad. E hicimos juntos, en un trabajo compartido, el arreglo de “El acordeón de la nona”, de Marcia Müller, con Darío Grandolio”.

 

En equipo

 

Silvia Teijeira grabó estos temas en un piano Yamaha C7, en el estudio de grabación Fort Music, en la ciudad de Buenos Aires. El ingeniero de grabación fue Norberto Villagra. La edición estuvo a cargo de Claudio Palermo, de Santa Fe Recording, un músico que ya editó su tercer disco. La mezcla y la masterización, a cargo de Gabriel Data, músico de Rosario con responsabilidad en sus cuatro discos.
La gráfica fue realizada por Fortunato Galizzi, de Paraná, y la fotografía de tapa y ediciones, obras de la fotógrafa paranaense Juliana Faggi.
El Instituto Nacional de la Música -Inamu- seleccionó a Silvia en una convocatoria, para el diseño gráfico. Como compensación social, la entrerriana brindó una clase de música en la escuela rural Patria Libre, establecimiento N 29, en el Paraje Barragán del departamento Federal.
En la producción artística participaron Germán Andrés Gómez y la pianista, que también se hizo cargo de la producción musical y ejecutiva. El disco sale por el sello Club del Disco, de Buenos Aires.

Entradas populares